Apenas veinticinco personas quedaban ayer muy lejos de las 2.500 que el día 19 de septiembre participaron en la IV Fiesta de Los Machucos y que asistieron a la inauguración de un monumento a la vaca pasiega, homenaje a los ganaderos de estos valles, y que sólo una semana después, el día 25 de septiembre, apareció mutilada, se supone que por la acción de unos gamberros.
Los alcaldes de Arredondo, Soba, Ruesga y San Roque de Ríomiera, habían organizado un acto de desagravio a este símbolo de la forma de vida pasiega. La cita era a las doce y media de la mañana en un camino de montaña que une los valles de Asón y Miera, y desde donde el paisaje sólo tiene el límite que la vista alcance.
Pero precisamente esta ubicación, a 880 metros de altitud, fue ayer uno de los peores enemigos de la reivindicación de la dignidad de la vaca de Los Machucos, como ya se la conoce, porque sólo un puñado de personas se atrevieron a desafiar los ocho grados de temperatura, la lluvia torrencial y el fuerte viento que azotaba la cumbre y que situaba muy por debajo la sensación térmica.
Foto 1 "Cuquis" soportando el temporal |
Foto 2 "Cuquis" soportando el temporal, al fondo Carmen. |
Foto 3 Varios vecinos en el acto de protesta |
Foto 4 Concentración ante el monumento de la vaga pasiega. |
El Diario Montañés, 25 de octubre 2010
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